viernes, 31 de mayo de 2013

Una mirada que desmiente (I)

—La escultura de Mariátegui en 28 y Wilson, ¿quién y cuándo la hizo?
—No lo sé... pero fue en conmemoración de su muerte. No recuerdo el año. Allí me agarraste.
—Vale. Pero la imagen mira hacia el mar, ¿no?
—¿Sabes quién habla de ella? Elmore. Tiene un ensayo sobre el tema. Luego colaboró con los Yuyas para una puesta en escena, donde resaltaron el hecho de que presenten a Mariátegui en silla de ruedas, alrededor de los noventas fue esa vaina.
—Eso. Uno es cojo y el otro está en una silla de ruedas.

[Diecisiete horas después]

—¡Ey!, clandestino. Ayer estuve por 28: Mariátegui mira hacia su casa que queda a media cuadra. No está en una evidente línea recta, pero sí mira hacia donde se ubica.
—¡¡¡Ey!!! Hola. Olvidé que estaba desconectado. Sí pues, acabo de pasar por ahí
y no mira en línea recta. Pero tampoco mira hacia la casa Mariátegui.
—No directo, pero sí a la casa del costado. Ayer caminé por allí. Sólo si te quedas en plena pista de 28, te cae su mirada.
—¿Mira de reojo?

—No, de frente. Pero no a la propia Casa Mariátegui, eso es verdad, pero mira a la casa del costado, por decirte. Tal vez el escultor no lo calculó del todo bien. Pero lo que sí es cierto es que no mira el horizonte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario